Aporte de la tecnología a la salud y las empresas que se adaptaron en pandemia
Las nuevas tecnologías están impactando en todos los rubros y generan oportunidades para innovar de manera interdisciplinaria. La pandemia puso a prueba la capacidad de las empresas para adaptarse y trabajar en conjunto con otros actores para brindar soluciones rápidas a las necesidades urgentes surgidas en un contexto de aislamiento.
Esteban Lypynskyj es gerente de Proyectos e Innovación de Mirgor, una empresa que desarrolla, fabrica y comercializa productos electrónicos para la industria automotriz y para el consumo masivo. Aunque su compañía no tenía relación directa con el rubro de salud, pensaron en colaborar con otros actores para poner a disposición su conocimiento sobre industrialización masiva de bienes. Con la empresa cordobesa Leistung, fabricaron 2000 respiradores en menos de dos meses, que, en situación normal, hubiera ocurrido en 10 años. Con Toyota y el ITBA también desarrollaron un asistente mecánico de respiración incorporando un motor eléctrico a una bolsa de aire.
Las empresas de medicina prepaga tuvieron que adaptarse rápidamente a los cambios generados por la pandemia. Mariano Allende, subgerente Médico de Urgencias de OSDE y médico pediatra, admite que fue un proceso de aprendizaje exponencial. “Tuvimos que ser efectivos y ágiles para los afiliados que necesitaban asistencia. Entendimos de qué se trataba el Covid-19, que el paciente no quería salir de su casa y el médico no quería entrar, entonces creamos el médico de cabecera virtual y la consulta médica online, soportados por una herramienta de monitoreo remoto”, contó. En cuatro meses se realizaron 100.000 consultas, un nivel que antes se alcanzaba en dos años.
Lucas Capuano, director Comercial del Segmento Salud de Grupo Logístico Andreani, vivió un año intenso, ya que la compañía fue la encargada de la distribución de vacunas contra el coronavirus desde su llegada a Ezeiza y hacia todo el país. Este desafío implicó acelerar procesos con una estructura ya establecida, ya que son responsables del 60% de los traslados de bienes de la industria farmacéutica.
Ricardo Munafó, director del Centro de Cirugía de Cadera y Rodilla del Sanatorio de la Trinidad de Palermo, logró traer un robot asistente de operaciones para esas operaciones. La nueva tecnología ayuda al cirujano a mantener los movimientos precisos para lograr la instalación del implante lo más similar a la articulación del paciente, para que pueda cumplir todas las funciones naturalmente y tenga una larga vida de uso.
“Nosotros también trabajamos con robots. Permiten lograr eficiencia y, en términos de pandemia, pudimos entregar 4,5 millones de productos por mes. Incorporamos un segundo sorter que distribuye paquetería de manera automática”, comentó Capuano.
La importancia de los datos
La recopilación de datos, información, estadísticas y tendencias es fundamental para mejorar la salud de las personas y prevenir enfermedades. “La idea es llevarle los datos del paciente en su casa a los profesionales de la salud. Oxitem es un sensor que que se le entrega al paciente, cuyos datos se suben a una nube y después llegan al profesional. Cuidamos la calidad con la que guardamos ese dato para que sea lo más personal posible. Solo ellos tienen acceso. La persona utiliza su celular con una app que comparte con el doctor para monitorear a sus pacientes, que también le permite listar quiénes están en peor condición”, contó Lypynskyj. Se imagina un mundo de la salud en la que haya una autopista de datos permanente para poder movilizar un diagnóstico de calidad.
Los ejecutivos y especialistas coincidieron en que la Argentina está muy avanzada en la tecnología, aunque queda un largo camino por delante. “En logística no tenemos nada que envidiar. En el caso de las vacunas, recibíamos de muchas marcas y tipos y logramos solucionarlo con industria nacional, mientras que otros países requirieron ayuda de empresas internacionales”, dijo Capuano, de Andreani.
Sin embargo, hay algunos especialistas que alertan sobre la necesidad de complementar la tecnología con la intervención humana. “La telemedicina fue un boom, aunque me parece que tenemos que ser responsables al momento de usarla en cuanto a hasta dónde vamos a llegar. Dio resultado en pandemia pero el robot no reemplaza el médico. Lo virtual nunca va a reemplazar la interacción con el médico. Tiene buena aplicación en salud mental, que fue de los primeros precursores”, dijo Allende.
“La tecnología hay que sostenerla, es una base interesante para darle plataforma a pacientes para ser tratados. No implica menos gente en el quirófano, por ejemplo, con el robot necesitamos un ingeniero, incorporamos profesiones. Lo que quiero ver es que se sostenga”, contrastó Munafó.
“Lo imagino en la misma línea. Son herramientas que se van a quedar, ordenándolas e incluyendo protocolos. Hubo alta satisfacción, la va a seguir usando, el tema es cómo va a permitir sociedad más sana y efectiva en el tratamiento de patologías urgentes. Si alguien tiene dolor de pecho, una ambulancia hace un electrocardiograma cuya información se envía al centro de salud y va a decir qué necesita. Cuando llega ya tiene todo listo”, concluyó Allende.